Consejo de oro: escribe TODAS tus ideas [o estarán destinadas a ser olvidadas]

Creatividad
04/03/2020 11:17 pm

¿Se te fue esa gran idea que llegó "de pronto" a tu cabeza? ¿Pensaste que no se te iba a olvidar? ¡No te preocupes! Es mucho más común de lo que crees.


Y aunque a muchos les cueste admitirlo la realidad es que, ¡a todos nos ha pasado al menos una vez! O por lo menos a mí me ha pasado no una, sino múltiples veces. El ejemplo más común que te puedo compartir me pasa por las noches, cuando ya estoy lista para dormir.

Pijama puesta, cara lavada, aceites aplicados, dientes limpios, trago de agua fresca para pasar a decir en alto: "Alexa, apaga las luces". Tapones puestos en los oídos, antifaz para no ver absolutamente nada, respirar hondo para relajar el cuerpo y, de pronto, ¡una ola de 8 metros de alto se aproxima a mí lleno de ideas! Y claro, le dice al "sueño" que tenía: "¡Quítate que ahí te voy!".

Definitivamente esto es lo opuesto al famoso writer's block; del cual te hablé ya en el artículo ¡Acaba con el famoso "writer's block"! 

Y es que esto siempre me toma por sorpresa porque curiosamente llega cuando considero que mi cerebro ya "está agotado". La sorpresa es que las ideas van, vienen, suben y bajan. Como te dije, parece que estoy en el mar. Y como a mí me encanta el mar, siempre decido dejarme llevar por las olas llenas de ideas frescas.

Sin embargo, hace algunos años yo confiaba ciegamente en mi buena memoria. Y mientras me dejaba llevar entre olas y sueños, me repetía a mí misma: "Mañana pondré esa idea en práctica, la voy a transformar en algo maravilloso". Y llegaba mañana y, ¿dónde había quedado esa idea? En el fondo del mar. Quiero decir, en el fondo de mi subconsciente, ¡otra vez! Y así fue como aprendí una regla de oro: SIEMPRE anotar las ideas.

No importa qué tan cansada esté. No importa si me tengo que quitar el antifaz para agarrar el celular y anotar las ideas. Ahora siempre las anoto. Aun cuando estén en desorden y aunque "aparentemente" no tengan sentido. Siempre quedan guardadas. Bien dicen por ahí que anotar las ideas ayuda a recordar. Y yo, lo tengo comprobado. 

Esto sucede cuando vences la pereza y anotas todas tus ideas

Al día siguiente cuando agarro mi celular, o en ocasiones mi libreta o mis post-its, para repasar aquello que anoté, recuerdo todo con mucha más claridad aun cuando mis anotaciones puedan parecer jeroglíficos. Porque, te voy a ser sincera, a esas horas de la noche, después de una larga jornada laboral y con el ojo a medio abrir, no soy del todo consciente de si estoy, o no, escribiendo bien. Además, lo importante es que quedé plasmada al menos "la brisa" de esa maravillosa ola.

Y es que gracias a este gran hábito he logrado:

  • Hilas nuevas ideas con otras.
  • Darle vueltas a un tema para abordarlo mejor.
  • Mezclar conceptos para crear propuestas de naming para mis clientes.
  • Llegar a temas interesantes que abordar en el blog.
  • Mejorar la calidad del contenido de Amaranto.
  • Hacer cambios en mis posts en Instagram.
  • Evaluar la posibilidad de iniciar un nuevo proyecto.

Todo gracias a que he seguido este consejo de oro: anotar siempre las ideas que llegan. Porque si algo tengo claro es que muchas, así como llegan, se van. 

Ahora bien, no tiene que sucederte a ti también antes de dormir. Puede ser en la regadera, mientras cocinas, de trayecto a tu oficina, haciendo ejercicio, incluso teniendo una plática con alguien más. 

No es el dónde, sino el qué vas a hacer para aprovechar esa creatividad que llega a ti para que le saques el máximo provecho.


https://esamaranto.mx/blog/detalle/12